Una mañana luminosa, sillones burdeos de terciopelo y un amplio salón de época, son el escenario de esta conversación. Nuestro entrevistado destaca no sólo por su altura, sino por su mirada serena y gestos pausados que brindan una grata acogida.
Gonzalo Lefián, alumno del IVM A el martes rinde la PAES como los miles jóvenes de su edad en el país, pero será de los pocos que vivirán esta prueba como un trámite. Gonzalo ya está inscrito en la Universidad Santa María, en la carrera de Ingeniería Civil Química, tras haber cursado y aprobado de manera exitosa el Programa PPI de dicha Casa de Estudios Superiores.
De 61 alumnos inscritos finalizaron sólo 28, siendo Gonzalo uno de los mejores estudiantes en las asignaturas impartidas: Matemáticas e Introducción a la ingeniería. Esto le permite, además, eximirse de estos ramos en el 1er Semestre y adelantar asignaturas o iniciar su año académico con menos ramos.
Gonzalo nos cuenta que este año la USM cambió sus mallas de estudio, por lo tanto, el ramo de matemática cursado se divide en dos, permitiendo convalidar, además, dos asignaturas.
Al ser consultado por el ingreso al programa responde: «Hay que tener un promedio sobre 6 en Matemáticas de I a III Medio, un buen promedio general de notas y hay que presentar una carta donde se explique la motivación por el programa».
De la conversación se desprende que Gonzalo es un joven que le gusta asumir nuevos desafíos, se pone metas y da lo mejor de sí para poder cumplirlas. El esfuerzo no es un impedimento, sino que parte del camino para lograr aquello que quiere.
«Ingresar a este programa requirió redoblar los esfuerzos dedicados al estudio, porque además de la carga académica propia del Colegio, tuve que estudiar muchísimo para los ramos que impartía el programa. Eran entretenidos, muy desafiantes, pero significaba abarcar mucha materia», afirma Gonzalo.
El ritmo de estudio fue arduo. Las clases se impartían los miércoles de 17:30 a 20:00 hrs., los viernes de 17:30 a 20:00 hrs. Y los sábados de 09:00 a 13:00 hr. Eso significaba tener semanas intensas y un ritmo de estudio profundo, de manera permanente, para así rendir bien en el Colegio y la Universidad»
«Muchas veces me quedé estudiando hasta las 1 o 2 de la mañana, porque yo quería ser de los mejores del curso para asegurar el
Ingreso a la Universidad y no estar a fin de año presionado por la PAES. Yo sabía que podía lograrlo, pero tenía que dar lo mejor de mí». Y el joven agrega: «lo mejor era cuando entregaban las notas, porque me fue muy bien, entonces la sensación de logro era muy gratificante y me estimulaba para seguir avanzando».
El ritmo de estudio y la base entregada por el Colegio en la asignatura de Matemáticas fue fundamental para poder desenvolverse bien en esta experiencia. «En programas como estos uno se da cuenta de lo bien preparado que sale del Colegio, porque tienes un piso de conocimientos que te permite comprender lo que el profesor está hablando y avanzar en los contenidos. Las notas en la USM son de 1 a 100 y cuando entregaban las pruebas me daba cuenta de que había muchos compañeros que no lograban alcanzar la nota mínima exigida para aprobar, que era un 55».
Los temarios de contenidos eran extensos y las pruebas de 110 minutos, por lo que la gestión del tiempo fue fundamental para abarcar tal cantidad de materia. » Estudiaba una semana antes para los certámenes, con el fin de llegar lo más preparado posible, siempre apuntando a obtener un 100. Si tenía dudas le preguntaba a los profesores. Eso quiero destacar, porque los profesores siempre fueron muy amables, te ayudaban con muchas ganas, tienen amplios conocimientos, entonces tú puedes hacerles preguntas de distintos temas y ellos en un cuaderno, resuelven el ejercicio sin complicación. El profesor de Matemáticas incluso nos dio el celular para responder preguntas cuando estábamos estudiando en casa. A ese punto es la disposición favorable hacia los alumnos».
Gonzalo destaca el material recibido, ya que las guías y texto de apoyo para estudiar los proporciona la Universidad. «Recibes no sólo el material, sino que los apoyos necesarios para estudiar y aprobar el PPI»
El joven ya en II Medio sabía que quería estudiar en esta Universidad. Su papá también estudió ahí y cuando supo del programa de la Escuela de Verano USM se inscribió. Luego lo hizo nuevamente en III Medio y a su juicio fue una excelente decisión.
«Es muy bueno este programa, yo lo recomiendo a todos quienes les interesan las matemáticas y la ingeniería es su norte, porque aprendes cosas nuevas. Yo lo cursaría nuevamente, pero ya no puedo porque ya soy alumno de la U», declara el joven.
Cuando le pregunto por sus sueños me dice que además de que le vaya excelente en la U le gustaría perfeccionarse en el extranjero y trabajar fuera del país. Le gusta asumir desafíos grandes.
Con su testimonio es imposible no pensar en su familia. La Familia Lefián Hernández ha sido un pilar fundamental para su hijo. Ellos este año fueron reconocidos por el Centro General de Padres por la labor y compromiso demostrado hacia la comunidad. Este compromiso sin lugar a duda también lo ha experimentado su hijo. «Yo sólo puedo agradecer a mis padres, ya que sin su apoyo no podría haber cursado este programa y no hubiese logrado las metas que me he propuesto»
Finaliza la entrevista y Gonzalo guarda sus documentos ordenados en una carpeta. La sencillez y motivación que refleja hablan de un joven seguro de sí, que se ha ocupado de desarrollar sus talentos y pone en valor el esfuerzo de sus padres por brindar una educación de excelencia. Aprovechar las oportunidades que da la vida abre nuevos caminos que nos llevan lejos y Gonzalo ha sabido hacerlo.
Salimos del Salón Rojo donde se desarrolló la entrevista y tengo una certeza, hoy conversé con Gonzalo Lefián, ex alumno, pero si me traslado al futuro, con un hombre que destaca por su sencillez y valores, y un Doctor en su área que lleva en alto el nombre de nuestro país donde se desempeñe.
Sigue adelante, Gonzalo, porque San Rafael siempre te acompaña









