El jueves, en ambas sedes y en todos los niveles, se desarrolló la actividad Pan y Uva, que recuerda la última cena que tuvo Jesús con los apóstoles antes de ser traicionado y llevado a la Cruz. Fue un espacio íntimo, donde luego de la bendición realizada al pan y las uvas, cada curso se reunió en la sala para compartir estos alimentos y conversar a partir de una pauta preparada por el equipo de Pastoral. Los más pequeños recrearon el signo del lavado de pies de manera simbólica, hundiendo sus manos en agua, siendo lavadas éstas por sus profesoras, invitando a los niños a vivir en un clima cariñoso y fraternos con las y los compañeros.